En muchas empresas, especialmente en aquellas que son propiedad de una familia, es común encontrar lo que se conoce como el «círculo rojo». Este círculo es un grupo de personas cercanas al dueño de la empresa, que tienen una gran influencia sobre él y que, en muchos casos, le rinden pleitesía. A menudo, este círculo está compuesto por amigos cercanos, familiares, colegas de confianza y otros individuos que han desarrollado una relación estrecha con el dueño de la empresa.
«Es que es muy normal que un dueño de una empresa crea que necesita crecer con gente de confianza. Pero debe mensurar en qué momento esto no se vuelve una «anteojera de caballo» que no permite ver un horizonte más amplio que las propias capacidades de esas mismas personas de confianza.»
Rubén Aramayo – Consultor en RR.HH – Especialista en Empresas Oil&Gas
La creación de un círculo rojo no siempre es intencional, pero puede ser muy fácil caer en esta trampa. Es natural que los dueños de las empresas quieran rodearse de personas en las que confíen y que se sientan cómodos trabajando juntos. Sin embargo, si este grupo de personas se convierte en una barrera para la transparencia y la búsqueda de las mejores prácticas, puede ser un problema importante para la empresa.
Entonces, ¿cómo se puede evitar el círculo rojo en las empresas familiares?
En primer lugar, es importante fomentar una cultura empresarial que valore la transparencia y la toma de decisiones basadas en datos y hechos, en lugar de en la lealtad personal o los prejuicios personales. Los líderes de la empresa deben estar dispuestos a escuchar opiniones y perspectivas diferentes, incluso si no están de acuerdo con ellas.
También es importante tener en cuenta la composición del equipo gerencial de la empresa. Es posible que haya personas dentro del círculo rojo que sean expertas en ciertas áreas, pero eso no significa que sean las mejores personas para liderar una empresa. Es fundamental que la empresa cuente con líderes que tengan experiencia, habilidades y competencias relevantes para su trabajo, independientemente de su cercanía personal con el dueño de la empresa.
Finalmente, es importante estar en constante búsqueda de talentos y habilidades en el mercado laboral, en lugar de depender únicamente del círculo rojo. Esto significa ser proactivo en la búsqueda de nuevos empleados y líderes, y estar dispuesto a considerar a personas que pueden no tener una relación previa con la empresa.
“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan que tenemos que hacer.
Steve Jobs
En resumen, el círculo rojo puede ser una trampa peligrosa para las empresas familiares. Sin embargo, al crear una cultura empresarial transparente y basada en la excelencia, tener un equipo directivo fuerte y estar en constante búsqueda de talentos nuevos, las empresas pueden evitar esta trampa y asegurarse de tomar decisiones basadas en lo mejor para la empresa en lugar de en intereses personales.
